Los valores son cuestiones de principios que sostenemos de acuerdo con nuestras convicciones; los valores son vitales, se desarrollan con el sistema ético individual. Los valores se modifican, a veces desaparecen y a menudo se consolidan y se refuerzan mediante el proceso educativo y en razón del cambio.
Los valores son tan importantes que constituyen la guía personal de la vida, es creación propia de cada individuo y es para su uso exclusivo. El propósito de la guía de valores es el de establecer criterios que le permitan a la persona juzgar su propia conducta y ofrecerles normas a partir de las cuales la conducta puede ser aceptada, rechazada o modificada, estos criterios constituyen los valores internos que son válidos por igual en diversas situaciones de la vida.
Los valores comienzan a adquirirse desde la niñez, sin darse cuenta el niño va adoptando ciertos valores a través de mensajes familiares, educación de los padres, en el colegio y con los amigos. En la adolescencia los valores aprendidos tienden a modificarse usualmente cuestionando o rechazando los valores adquiridos en casa. La crisis de los valores es un proceso característico del desarrollo humano, es conveniente orientar al joven respecto a la importancia de tener en cuenta su propia escala de valores.
Valores vitales:
Vida: Implica valorar la existencia, arriesgarse a nuevos proyectos eligiendo las mejores alternativas y motivaciones que llevan al éxito. Cuando todo ser humano descubre que es un ser único, original e irrepetible también descubre que el sentido de la vida debe ser único, es entonces cuando la persona se compromete consigo mismo y con el entorno donde participa.
Respeto: Es el sentimiento que lleva a reconocer los derechos y la dignidad del otro. Se basa en la integridad de igual a igual por todos.
Libertad: Es la facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar entre una gran variedad de alternativas, por lo que es responsable de sus actos. Incluye además la posibilidad de decidir como actuar en las diferentes situaciones que se presentan en la vida. Libertad implica elegir entre determinadas opciones, la o las que le parecen mejores o más convenientes, tanto para el bienestar propio como para el de los demás o el de la sociedad en general.
Valores Morales:
Responsabilidad: Es la conciencia acerca de las consecuencias que tiene todo lo que hace o no, sobre nosotros mismos o sobre los demás, se puede decir que las personas responsables piensan antes de actuar para no tomar decisiones apresuradas que causen daños a otros. En general es la capacidad personal de comprometerse y de dar cumplimiento racional a las normas establecidas.
Convivencia: Se entiende como la actitud de ser humano de hacer lo mejor a quienes lo rodean y permite vivir con los otros.
Honestidad: Es la dignidad de comportarse de acuerdo a las normas y costumbres. implica transparencia en sí mismo y hacia los demás para decidir la verdad y obrar en forma recta y clara, en general es la capacidad de actuar con rectitud, honradez y confianza consigo mismo y con los demás.
Solidaridad: Se define como la unión y la colaboración mutua de dos o más personas para conseguir un fin común. Gracias a este valor se ha logrado para la humanidad un gran desarrollo tecnológico. Cuando este valor se practica se asume sin temor los demás grandes desafíos, resistiendo con firmeza los inconvenientes que se presenten.
Amistad: Es una de las más desinteresadas y nobles formas de afecto que una persona puede sentir por otra, se caracteriza por la franqueza. Además implica aceptar y querer sin condiciones, sin que esto indique que sean cómplices en todo que se encubra mutuamente sus faltas. La amistad implica estar dispuesto a confiar secretos, dar consejos, escuchar, y apoyar por encima de cualquier situación.
Bondad: Hacer el bien de manera amable, generosa y firme. Implica sentir respeto por sus semejantes y preocuparse por su bienestar.
Amor: Es el sentimiento que nace de lo más profundo del alma se refleja en el aprecio, la comprensión, la aceptación y entrega desinteresada y libre hacia algo o alguien que sea especial.
Colaboración: Es la disposición a ayudar a hacer un favor o presentar voluntariamente a un servicio de cualquier clase a otra persona.
Valores Eticos:
Justicia: Consiste en reconocer, respetar y hacer valer los derechos de las personas. Si existe justicia, se evitan que se cometan atropellos contra sí mismos o contra los demás, implica tener un alto sentido de lo que esta bien o lo que esta mal así como reconocer y fomentar las buenas acciones.
Paz: Es el resultado de la sana convivencia entre los seres humanos, la paz se consigue poniendo en práctica valores humanos como la tolerancia, la solidaridad, la justicia, la libertad y honestidad.
Lealtad: Es el sentimiento de fidelidad y respeto que inspira a quienes se aprecia, y las ideas con las que se identifica y la cual requiere un alto compromiso lo que permite constancia efectiva y cumplimiento.
Clarificar los valores personales se constituye en un factor importante que significa descubrir y expresar los propios valores a través del análisis critico de distintas situaciones, en la medida en que se conocen y tienen claros valores, se determina el comportamiento, se asume la responsabilidad por los actos y en general se satisface la necesidad de hallarle un significado a la vida.
Convivencia: Según Dale Carnegie, la técnica fundamental de trato en la interrelación personal obedece a este sencillo principio:
" Si quieres recoger miel, no des puntapiés a la colmena ".
Esto significa que es necesario brindar comprensión, simpatía, tolerancia y bondad en lugar de criticar
Ofrecer una lisonja o elogio por todas aquellas pequeñas y grandes cosas positivas que vemos en los demás. Por su trabajo, sus logros, sus actividades, su esfuerzo por mejorar.
Una lisonja bien expresada redunda en positivismo, estímulo y con seguridad, mejores resultados en el trabajo y en bien del grupo. El núcleo social donde comienza a practicarse la convivencia es la familia. Al interior de este estrecho círculo empieza a gestarse la relación interpersonal y a evidenciarse la escala de valores en los cuales se mueve el ser humano.
La vida familiar es para el hombre el punto de partida de su desarrollo personal. Del clima que en ella se viva depende que la persona desarrolle actitudes de respeto y consideración que le permitan convivir armónicamente en otros ambientes, o por el contrario, se constituya en un individuo conflictivo que difícilmente se interrelaciona y se integra a la colectividad.
La convivencia o vida en común descansa fundamentalmente en el respeto de los derechos y deberes propios y de todas las demás personas. Cuando estos no se respetan, no es posible la convivencia pacífica y surgen los conflictos dentro del grupo. La convivencia pacífica requiere de armonía, es decir, amistad y fraternidad entre los integrantes, superando resentimientos, odios y rencores.
Escuchar al interlocutor es vital para la convivencia armónica.
Escuchar es una disciplina que se debe cultivar diariamente. Significa abrir la mente al mensaje que nos transmiten, dejar que el otro exponga el tema que le interesa y no obligarlo a que escuche antes, el nuestro.
Si dejamos hablar al interlocutor obtendremos su simpatía y su confianza y él corresponderá de la misma manera.
El interés sincero por los problemas y puntos de vista del otro, favorece el clima de las relaciones interpersonales. Ello no significa resolver completamente la situación del otro, pero podremos contribuir a orientarlo con nuestras sugerencias y estímulos, de tal manera que pueda enfocar la situación desde varios puntos de vista para hallar solución.
Hacer que las personas que conviven con nosotros se sientan importantes. Tener tacto para interactuar con ellos sobre todo en aspectos que no vemos muy positivos. La delicadeza, sencillez, amabilidad y sinceridad hará que quienes nos rodean sientan que son valiosos para nosotros y se sientan gustosos de estar a nuestro lado.
En resumen, evitar herir a las personas, entregar siempre la lisonja amable, tacto y delicadeza en el hablar y en el actuar, entregar cordialidad, comprensión y simpatía; sonreír, alentar y estimular a quienes conviven con nosotros, compartir y contribuir a la alegría ajena, son comportamientos que enriquecen la convivencia cotidiana, en cualquier rol en que tengamos que desenvolvernos.
En el hogar nacen las actitudes que construyen la convivencia. Los padres son los primeros responsables de inculcar a sus hijos valores esenciales de aceptación a sí mismo y a los demás. Estas actitudes se traducen en respeto, tolerancia, comprensión, solidaridad, colaboración y ayuda mutua.
Citamos aquí el proverbio que dice:
"No mires la paja en el ojo ajeno; mira la viga que tienes en el tuyo".
Reflexionar sobre esta máxima, aplicarla producirá excelentes resultados y muchas satisfacciones.
Lo anterior no significa que debemos estar de acuerdo siempre con los demás. Existe la libertad de opiniones, diversidad de criterios y puntos de vista. Pero en el argumentar y refutar, también deben estar presentes la tolerancia, la consideración y el respeto mútuos.
Comunicación
La sociedad existe como tal, gracias a una vasta serie de sobreentendidos que se mantienen y se reafirman creativamente, cada día, mediante un número de actos particulares, de naturaleza esencialmente comunicativa.
En la interacción social es importante tener en cuenta el aspecto personal. Cuando un grupo se comunica, cada persona que en él participa está haciendo dos cosas distintas. Una, utiliza palabras como símbolos de las categorías a las que se refiere. Otra, lo que intenta decir que está indicado por el contenido de sus observaciones y lo que realmente siente con respecto al tema y que se revela en el estilo en que se expresa. Por lo anterior, es importante distinguir entre lo que un hombre dice y cómo lo dice. Los movimientos expresivos son casi siempre inconscientes y generalmente acompañan a los actos deliberadamente organizados.
El discurso individual se compone de movimientos expresivos - comunicativos que no se toman en cuenta en la designación formal de la lingüística. Por ello, en la comunicación grupal, se observan movimientos expresivos del rostro, lo que hace que los participantes se miren frecuentemente. La mirada, la cambiante posición de los labios, de la mandíbula, de las cejas, así como el color y consistencia de la piel son elementos a tener en cuenta para realizar juicios. La calidad de la voz, los arrebatos o explosiones, la falta de pausas, la locuacidad excesiva, la risa forzada o inapropiada y la respiración rápida comunican mucho más que las mismas palabras.
Los movimientos expresivos son reacciones instintivas que generalmente expresan sentimientos. El adulto especialmente es consciente de que los demás leen sus movimientos corporales y hacen esfuerzos por ocultar los sentimientos mediante la exageración o supresión de los mismos.
La comunicación es un proceso de interrelación que tiene como objetivo fundamental la participación de la persona al interior del colectivo. Ella favorece y posibilita el comportamiento personal dentro del grupo, permite la superación de las barreras que forman la conducta defensiva y colabora en el desarrollo personal. Toda comunicación persigue dos objetivos: uno, personal, donde el individuo supone que las actividades grupales podrán satisfacer sus propios intereses. Otro, colectivo, orientado al grupo donde prima la satisfacción por resultados favorables al conjunto.
Ahora, es en la mente del emisor y del perceptor, donde nacen y se desarrollan los complejos procesos de comunicación característicos del hombre.
El emisor genera la intención de dar u ofrecer algo, un mensaje, una información, una inquietud. Para que esta intención se cristalice es indispensable tener presente los siguientes aspectos:
El deseo real de comunicarse. Conocimiento de sus propios intereses y motivaciones. Conocimiento de las motivaciones, intereses y expectativas del interlocutor. Respeto por el pensamiento, ideas y conocimientos del otro. Concepción del pensamiento y el ordenamiento de las ideas que va a transmitir. Organización del mensaje en forma lógica y coherente. Elección de un código común para transmitir el mensaje y que sea comprendido. Selección de las palabras precisas, de tal manera que se diga lo que se quiere decir. En lo posible, crear el mejor ambiente para que el mensaje sea bien recibido.
El perceptor e stará motivado a recibir el mensaje en la medida en que entren en juego sus intereses, motivaciones, expectativas, gustos y deseos. Un buen perceptor debe, ante todo:
Disponerse positivamente para recibir el mensaje. Evitar el rechazo a la información recibida, debido a prejuicios y preconceptos. Analizar el interés que contiene el mensaje recibido. Deducir y concluir sobre el mensaje. Elaborar y expresar una respuesta coherente relacionada con el mensaje.
Los Canales son los medios a través de los cuales se transmite el mensaje.
El Código es el signo comunicativo utilizado para expresar el mensaje y debe ser conocido por el receptor.
La retroalimentación o Feed – Back, o mensaje de retorno, consiste en hacerle conocer al emisor que el mensaje fue recibido y comprendido. Además, la incidencia que el mismo tiene sobre el receptor. Esto es, confrontar lo que expresó el emisor con lo que comprendió el receptor.
Es evidente que la retroalimentación contribuye a mejorar tanto la calidad del mensaje como de la respuesta; y ésta, aunque es demorada resulta de gran efectividad para las relaciones interpersonales donde se pone en juego, la intencionalidad de la conducta humana.
La comunicación es efectiva cuando reúne las siguientes características:
Oportuna: Se produce en el momento justo, inmediatamente después de sucedida la demanda. Ello depende de los conocimientos y capacidad de respuesta que tenga el receptor.
Solicitada: Tiene mayores garantías para ser aceptada porque responde al requerimiento formulado.
Satisfactoria: Porque toma en consideración las necesidades del interlocutor y en esa misma medida es constructiva.
Confrontada: Exige la comprobación de correspondencia entre lo expresado y lo comprendido
Específica: Debe hacer mención a situaciones particulares, evitando la generalidad o ambigüedad.
Descriptiva: Se refiere a la forma como se expresa el mensaje y también al efecto que éste tiene sobre el receptor. El uso evaluativo del lenguaje favorece las reacciones positivas del interlocutor y atenúa conductas defensivas del mismo.
Excelente material, muchas gracias por el esfuerzo para ponerlo al alcance público. ñ_ñ!
ResponderEliminarNo encontré el elemento llamado Autoestima, faltó hablar sobre él. En general, muy buen artículo.
ResponderEliminarNo encontré el elemento llamado Autoestima, faltó hablar sobre él. En general, muy buen artículo.
ResponderEliminarBuenos días Nelly. Allí si está el Tema de AUTOESTIMA.le copio el Texto:
ResponderEliminarEmpieza con el Título Dimensión psicoafectiva.
Buen trabajo. Gracias
ResponderEliminarHola, excelente documento. Quisiera de ser posible pudieras facilitar las referencias.
ResponderEliminarGracias